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"Hay que utilizar el cerebro con pasión, pero no la pasión sin cerebro".

martes, 24 de mayo de 2011

Reflexión de un padre indignado.

Son las 23:04 del 23 de mayo. Os he estado escuchando hace un momento y lo primero que deseo es manifestaros mi respeto y apoyo. Perdonad que no me haya atrevido a participar, sin embargo al llegar a casa he sentido la necesidad de hacerlo.

En primer lugar, estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que hablabais, sin embargo, aparte de los objetivos concretos, creo que hay uno más general y que debe ser irrenunciable para este movimiento, es la necesidad de la regeneración moral de la sociedad.
Una sociedad que no cree en los políticos, ni en la justicia, ni en los sindicatos, ni en la prensa, tiene un verdadero problema de fondo. Por ello, creo que este es el primer punto, "la recuperación de la confianza en estos poderes y con ello en nosotros y en la sociedad que formamos"
De acuerdo con lo que deciais esta noche, no se trata de ir contra nadie ni de personalizar los problemas ni las soluciones, se trata de crear la conciencia de esta necesidad y de inculcarlo en todos los sectores, hacer que la prensa entienda que no puede ser que según a quien sirva, los problemas parezcan totalmente diferentes para unos u otros, los sindicatos que evidentemente han jugado un papel importante a lo largo de la historia, ahora no son capaces de convocar a nadie, los políticos ante los casos de corrupción los tapan con comisiones de investigación controladas por ellos mismos o con jueces nombrados por ellos.......

En resumen, separación real de poderes, regeneracion moral colectiva, listas abiertas, limitación de mandatos, prensa libre....

Soy un ciudadano de 50 años y os estoy escribiendo desde el correo de mi hijo.

1 comentario:

  1. Gracias, este es el tipo de aportaciones que necesitamos...
    te copio la frase Una sociedad que no cree en los políticos, ni en la justicia, ni en los sindicatos, ni en la prensa, tiene un verdadero problema de fondo. como pongo en fcb, ahora entiendo por qué somos la generación "nini"

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